Patinar o conducir

Nov 13, 2023

Muchas personas que crecieron en las décadas de 1980 y 1990 quedaron cautivadas por el skateboarding a medida que ganaba más popularidad. Atletas como Tony Hawk, Steve Caballero y Christian Hosoi obtuvieron un amplio reconocimiento por sus técnicas innovadoras y acrobacias atrevidas durante esta época, y ayudaron a popularizar el deporte. En 1995, se lanzaron los X Games, que llevaron el skateboarding (y la cultura del skateboarding) a un público mucho más amplio.

¡Esto llevó a toda una generación de niños a usar zapatos Vans, jugando Skate or Die! en sus Nintendos y pasando sus fines de semana en el skatepark para mostrar sus propias habilidades. Avance rápido de 20 y tantos años y esos niños son adultos, con trabajos, sus propias familias y casas en los suburbios. Las Vans han sido reemplazadas por Oxfords, y si mencionan un ollie o un agarre de Indy, solo se encontrará con muchos bostezos y ojos en blanco.

Pero estos antiguos patinadores de cierta edad saben que todavía lo tienen. Si tan solo pudieran volver al skatepark, sería como en los viejos tiempos. Pero luego la vida se interpone en el camino, y bueno, tal vez la próxima semana sea cuando se restablezca esa antigua gloria. Kirk Kaiser, un desarrollador de software y manipulador, llegó a la conclusión de que este día podría no llegar nunca, por lo que se dedicó a llevar el skatepark a los suburbios, más o menos, de todos modos.

Mientras Kaiser paseaba por su vecindario una noche, con su perro tirando de él en su patineta, sintió ganas de hacer algunas acrobacias. Empezó a soñar con lo divertido que sería si hubiera rampas a lo largo de la acera, al estilo Paperboy. Y esa fue la génesis de su idea: ciertamente no podía salirse con la suya instalando rampas por todo el vecindario, pero podía construir una rampa de patinaje a control remoto que lo siguiera para configurar el tiempo de salto perfecto una y otra vez.

La rampa en sí está construida principalmente de madera contrachapada y un marco de metal. Los motores BDLC se recolectaron de una patineta eléctrica para impulsar la rampa. Después de algunas pruebas iniciales que no salieron tan bien, se incluyó un actuador lineal para permitir una dirección más precisa que la que se puede lograr girando las ruedas de manera diferencial. También se agregó un gato eléctrico en ese punto para permitir que toda la rampa se asentara completamente en el suelo: el prototipo inicial se mantuvo un poco elevado, lo que provocó algunos movimientos de tambaleo muy preocupantes.

Se seleccionó la poderosa computadora de placa única NVIDIA Jetson Nano para que sirviera como unidad de procesamiento principal, mientras que una placa de desarrollo de microcontrolador Teensy 3.2 sirvió para controlar los relés que activaron el actuador lineal y el conector eléctrico. Se utilizó un controlador de Playstation 4 para conducir la rampa y activar sus diversas funciones de forma inalámbrica a través de Bluetooth. Bluetooth limita bastante el rango en el que se puede controlar la rampa, por lo que Kaiser planea instalar un controlador de radio adecuado en el futuro.

Después de algunas pruebas y errores, y de las lecciones aprendidas en el proceso, Kaiser terminó con una rampa de skate con control remoto genial que respondía y era bastante fácil de controlar. Sin embargo, esta no es la visión final que tiene para el proyecto. Inspirándose en el NVIDIA JetRacer, un automóvil autónomo con motor Jetson Nano, tiene la intención de hacer que la rampa esté completamente automatizada utilizando la visión por computadora y el aprendizaje automático. Después de todo, nadie realmente quiere conducir la rampa manualmente mientras patina: el estado final ideal sería que un parque de patinaje personalizado se materialice en su camino a medida que avanza. Con NVIDIA Jetson Nano ya como parte de la construcción, parece que Kaiser está en camino de hacer realidad sus sueños de crear una rampa de skate autónoma.